La experiencia de usuario suele ser subestimada, es la verdad. Cuando trabajamos el diseño de un nuevo producto de software algunos piensan que lo más importante es salir lo antes posible al mercado con una funcionalidad concreta y probar con un «mínimo viable» antes de invertir mayor esfuerzo y dinero.

Sin duda lo anterior es totalmente razonable. En el mediano plazo puede salir muy costoso esperar a que el producto esté completamente terminado con toda la funcionalidad. Ahora, esto no significa de forma obligatoria que la experiencia de usuario sea deficiente o que nuestro producto «sea feo», por el contrario puede ser vital el cómo los usuarios experimenten nuestra aplicación, el cómo se sientan utilizándola puede significar la vida o la muerte.

¿Cómo diseñar una experiencia de usuario que nos permita tener un producto mínimo viable? En este post algunas ideas.

Diseñando una experiencia de usuario mínima para un producto viable

1. Un diseño visual agradable y simple

No hace falta que tu diseño tenga el último efecto visual que dicte la tendencia. Pero sí debe ser agradable y consistente con los principios de diseño visual como la armonía, el equilibrio, la jerarquía, la proporción, el contraste o el énfasis. Y en cada principio hay elementos como la línea, la forma, el texto, el color con los cuáles trabajar nuestra composición. Nuestra composición visual debe ayudar al usuario a comprender la aplicación, dar una buena primera impresión y construir confianza.

2. Utiliza una pantalla de «onboarding» para mostrar tu propuesta única de valor

La pantalla de onboarding aparece cuando abrimos por primera vez la aplicación en nuestro dispositivo. Esta experiencia de onboarding ocurre en tres o cuatro pantallas donde explicamos cómo la aplicación resuelve un problema y agrega valor.

La mayoría de los usuarios suele saltarse rápidamente estas primeras pantallas. Lo recomendable es colocar sólo un texto que facilite la lectura y transmita el mensaje claramente, inclusive acompañado de un gráfico potente. Una ilustración o una fotografía puede ayudarte a conectar emocionalmente con el usuario que sólo tendrá 3 o 5 segundos para «entrar en el ambiente de la aplicación».

3. Da la bienvenida y acompaña al usuario

Se trata de ser ese embajador que recibe al usuario. Al llegar a la pantalla de inicio diseña una bienvenida y pregunta si necesitan realizar un recorrido para aprender de qué va la aplicación. Si el producto es nuevo y único, asegúrate de acompañar al usuario a través del proceso que debe realizar, el objetivo es brindar una sensación de éxito y logro al comprender el concepto de la aplicación. Puede ser también beneficioso diseñar una pantalla de preguntas frecuentes.

4. Diseña la gestión del micro feedback

Es altamente valioso conocer la opinión del usuario luego de utilizar nuestra aplicación, de forma especial si tenemos un servicio involucrado. En el diseño de la experiencia de usuario simplemente podemos sumar una pregunta al estilo: «¿Cómo evalúa nuestro servicio en una escala del 1 al 5?», algo simple, no una encuesta larga y tediosa que ahuyente al usuario.

El «micro feedback» busca sólo recoger poca pero concreta información de parte de los usuarios del producto. Por ejemplo, la aplicación Uber –una aplicación que ofrece una red de transporte privado– pide a los usuarios que voten y realicen comentarios sobre el conductor inmediatamente después de utilizar el servicio.

Recolectar estos microdatos de los usuarios más comprometidos con tu producto puede servirte para incorporar mejoras en la próxima iteración y si hubiere algo negativo que indica que alguna funcionalidad está mal, te permitirá rastrearla, resolverla y comenzar a deleitar a los usuarios.

Recuerda que no se trata sólo de «salir feo» al mercado, también es posible diseñar una experiencia de usuario mínima para un producto viable. ¿Te parece que hace falta alguna recomendación? Si es así no dejes de comentarla.